SOCIOGRAMA COMO HERRAMIENTA PARA DETECTAR EL ACOSO ESCOLAR

El sociograma es un cuestionario que se aplica a los niños y permite conocer la dinámica social que se establece entre ellos, mas allá de lo observado por el profesor.

Su utilización puede ser un interesante elemento para detectar posibles casos de exclusión de un alumno y trabajar sobre ello.

El sociograma se basa en observaciones que nos llevan a conocer las relaciones afectivas y de comunicación que se dan dentro del grupo.

Hay que tener en cuenta que al comenzar su relación dentro del aula, el alumno puede seguir una de estas tendencias:

Dominio
: Cuando queda relegado el medio familiar, el alumno siente el deseo de integrarse y a veces opta por hacerlo intentando prevalecer sobre los demás.

Afiliación: Se repliega cuando encuentra a personas que lo aceptan, descubriendo el placer de pertenecer al grupo, sintiéndose reconocido y apreciado.

Pero también surgen en ese proceso de integración el deseo de competencia, de ser considerado importante, de ser querido, aceptado e incluso de controlar al grupo. 
El sociograma evalúa las relaciones que se dan entre los alumnos del aula. Se administra de forma indvidual y persigue conocer las relaciones que establece el alumno en el aula con sus compañeros (sus filias y sus fobias).

Estudia las siguientes dimensiones:

  • Estructura externa (el rol o papel que cada individuo tiene).
  • Estructura interna (las atracciones personales, sentimientos).
  • La realidad social que interpreta las dos anteriores.
El principio principal que sustenta la sociometría es la interacción que hay en el grupo dependiendo de la popularidad que sus miembros tengan. Así distinguimos:

  • El alumno popular (que destaca).
  • El alumno aislado
  • El alumno rechazad o impopular.

Ante estas tres situaciones, hay alumnos que o bien refuerzan su autoestima o acrecientan su agresividad.

El sociograma permite detectar el grado en que los individuos son aceptados o rechazados en un grupo.

Para elaborar un sociograma, antes debemos motivar al alumnado, procurando que las preguntas a las respuestas que les hemos formulado sean individuales, aclarándoles las dudas, haciéndoles ver que deben contestar al mayor número de preguntas.

Estas preguntas irían en relación con la aceptación o rechazo de un/ compañero bien para tareas de clase o para ocio. Del resultado podemos comprobar que muchas conductas agresivas se adquieren y mantienen por el refuerzo de los compañeros.

Entre las interacciones con los compañeros se distinguen tres grupos:

Los bullies suelen ser los más destacados, los considerados más fuertes, los de mayor edad, y que tienen un grupo de seguidores.

Las víctimas, las personas que sienten más rechazo, que pasan inadvertidas, son consideradas como cobardes, débiles de carácter, y a las que se les coge manía.

Mientras más edad tiene un individuo respecto a su entorno, más agresivo suele ser, de ahí la consideración que se ha de tener al tema de la repetición de curso.

PROCEDIMIENTO PARA LA ELABORACION DEL SOCIOGRAMA

El procedimiento del sociograma comprende los siguientes pasos:

1. Formulación de las preguntas a todos los miembros del grupo para que manifiesten sus preferencias y rechazos.

2. Elaboración o tabulación de las respuestas.

3. Confección del sociograma propiamente dicho: las chicas serán representadas gráficamente por círculos y los chicos por triángulos, cada uno de ellos tendrá escrito en su interior el número que ocupa en la clase. Como sistema de representación de la dirección de las elecciones o rechazos usaremos flechas que señalarán el sujeto elegido.
Se trata, pues, de una forma práctica de visualizar los resultados mediante círculos-triángulos-flechas.

Análisis e interpretación del sociograma.

Formulación de las preguntas:

Se trata de un cuestionario de dos categorías de respuesta, puesto que pretendemos detectar:
  • Preferencias intelectuales: son preguntas de tipo “efectivo” (nos muestran las elecciones en actividades productivas del aula).
  • Preferencias afectivas: son preguntas de tipo “afectivo” (se trata de las elecciones para las actividades de tipo lúdico).
Conviene que las preguntas sean sencillas, realistas y concretas. Pueden tener carácter positivo o negativo.
Veamos algunos ejemplos:

Preguntas de tipo efectivo:

-¿A quién elegirías para hacer el trabajo obligatorio del área de Lengua? (carácter positivo).

-¿A quién no elegirías para hacer el trabajo obligatorio…? (carácter negativo).

-¿A quién elegirías para realizar un mural para el día de la Paz?

-¿A quién no elegirías para realizar…?.

Preguntas de tipo afectivo:

-¿A quién invitarías a tu fiesta de cumpleaños? (carácter positivo).

-¿A quién no invitarías a tu fiesta…? (carácter negativo).

-¿Con quién compartirías la tienda de campaña en una excursión?

-¿Con quién no compartirías la tienda…?.

Es conveniente fijar un número determinado de elecciones; un número suficiente puede ser tres como máximo, eligiendo a sus compañeros/as por orden de preferencia.

Cada alumno da las respuestas numéricamente, teniendo un listado de la clase con el nombre y el número correspondiente de cada compañero/a; esta lista de la clase puede ser también escrita en la pizarra por el profesorado antes de comenzar la prueba.

IMPORTANTE:

Es imprescindible asegurar la confidencialidad de las respuestas; entre el profesorado-alumnado debe mediar una firme promesa de secreto sobre las elecciones y, especialmente sobre los rechazos emitidos por cada uno de los miembros de la clase.

Análisis e interpretación de los resultados del sociograma:


Cuando tenemos en nuestras manos el gráfico de la clase con los círculos (chicas), los triángulos (chicos) y las flechas dirigidas a unos o a otros, hemos de elaborar primeramente una hoja de respuestas; se trata de un cuadro de doble entrada, en el que a la izquierda se coloca la lista en VERTICAL con los nombres y números de los alumnos de la clase, significando: “alumnos que eligen a…” (alumnos/as electores/as);en la parte superior de la hoja aparece la misma lista de clase en HORIZONTAL, con la misma numeración de los alumnos, considerados ahora como “sujetos que pueden ser elegidos” (alumnos elegidos).

Para trasladar los datos de cada alumno/a a este cuadro se procede otorgando 3 puntos al alumno elegido en primer lugar, 2 puntos al alumno elegido en segundo lugar y 1 punto al elegido/a en tercer lugar.

Los resultados se obtienen sumando el número de elecciones o rechazos que ha logrado cada miembro del grupo. Las operaciones resultantes nos proporcionarán la información sobre la estructura social del aula: líderes del grupo, alumnado popular, en aislamiento, etc.

Se tiene que valorar que estas interacciones tienen un grado de estabilidad que puede ser modificado por la entrada de nuevos miembros, por cambios en la clase o por otro tipo de presiones que pueda generar variables externas e internas.


LIMITACIONES DEL SOCIOGRAMA


Esta técnica presenta, como otras, una serie de limitaciones. Mediante esta técnica se detecta la existencia de algún problema en el grupo (no cuál), se señala cómo son las relaciones entre el alumnado, pero no nos dice el porqué (los motivos), se dan este tipo de relaciones y no otras.

Tampoco se nos expone lo que sienten a nivel inconsciente o subconsciente los individuos: arroja datos “sin matización”.Algunas de estas limitaciones pueden reducirse recurriendo a otros instrumentos que lo complementen; en otras ocasiones será preciso redactar preguntas que contengan otras situaciones para un mayor y mejor conocimiento y será también conveniente aplicar el sociograma en varios momentos para detectar el grado de evolución seguido tras la primera aplicación del test en el aula. Se trata, pues, de un proceso abierto.
En conclusión, mediante la técnica del sociograma usada en el aula, el profesorado va a detectar los siguientes aspectos de sus alumnos/as:

  • Preferencias intelectuales.
  • Preferencias afectivas.
  • Existencia de algún miembro rechazado.
  • Aceptación de un alumno en su grupo.
  • Grado de cohesión del grupo.
  • Existencia o inexistencia de un líder.
  • Localización de sujetos aislados en el grupo.
  • Existencia o inexistencia de un/a alumno/a rechazado por el conjunto del grupo.
En definitiva, lo que nos proporciona esta técnica es una información valiosa sobre la dinámica y funcionamiento de la clase, que permite al educador/a un mejoramiento de las relaciones colectivas y un recurso para la orientación individual de cada uno de los alumnos del grupo.